¿Qué es la radiación ultravioleta?
La tecnología de microondas impulsa a las lámparas UV para emitir dos tipos de radiación ultravioleta (UV): Longitudes de onda de 185 nm y 253,7 nm. La luz UV a 185 nm es capaz de desencadenar la descomposición de las moléculas de oxígeno, generando ozono, un desinfectante natural y desodorante. Las poderosas propiedades oxidantes del ozono le permiten neutralizar eficazmente las bacterias y los virus al interrumpir sus orgánulos, ADN y ARN.
Mientras tanto, la luz UV de 253,7 nm es particularmente adepta a penetrar células microbianas, donde interactúa con proteínas y ácidos nucleicos. Esta interacción resulta en la desnaturalización de proteínas y la destrucción de ADN y ARN, haciendo efectivamente a los microbios inactivos e incapaces de replicarse.
Tanto la radiación UV como el ozono son métodos reconocidos para mitigar la transmisión de virus, incluyendo el Coronavirus. Por consiguiente, las lámparas UV se suelen desplegar en las instalaciones sanitarias y hospitales para desinfectar el aire y las superficies dentro de las salas, lo que ayuda a mantener las condiciones sanitarias y a prevenir la propagación de enfermedades infecciosas.